Siempre nos han recalcado que debemos estar preparados para emergencias, que debemos tener un ahorro para cualquier eventualidad. ¡Es importante estar preparados para cualquier crisis! Pero ¿de qué tamaño es la crisis a la que debemos estar preparados?
Al inicio se veía muy largo, pobres chinos, la están pasando mal con ese coronavirus, ojalá lo puedan parar y, sobre todo, que encuentren una vacuna que les ayude a que no se convierta en una pandemia. Luego se salió de las fronteras de China y se empezó a transmitir de país en país, además de que, con la maravilla de la aviación y sus múltiples conexiones, pronto estaría en todos los continentes.
Fue hasta el 11 de marzo de 2020 que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declara el brote de coronavirus una pandemia global, y activa los protocolos establecidos como tal (El País, 2020).
Con esta declaratoria, la OMS les solicita a todos los países:
· activar y ampliar los mecanismos de respuesta a emergencias;
· comunicarse con las personas sobre los riesgos y cómo pueden protegerse;
· encontrar, aislar, probar y tratar cada caso de COVID-19 y rastrear a las personas con las que haya estado en contacto.

Desde el punto de vista salud, son excelentes medidas para detener el contagio. Pero, esto lleva a las empresas a reducir o parar sus operaciones. Los gobiernos deben limitar el tránsito de personas y su permanencia en lugares públicos y prohibir las concentraciones masivas de personas. Se insta a la población a quedarse en casa.
Muchas empresas comienzan a manifestar que este parón se vuelve insostenible y esto lleva al gobierno a generar decretos y al Legislativo a modificar leyes que, por buscar el equilibrio económico del país, van en contra de la estabilidad financiera familiar y personal de muchas personas.
A estas alturas de la crisis, ya hay muchos sin empleo, otros con jornadas reducidas y en el mejor de los casos, se tiene trabajo, pero en condiciones que se está expuesto a que en cualquier momento pueden contagiarse. Para colmo de males, cada vez con menos medios de transporte y te dicen, “aquí está su trabajo, es su responsabilidad llegar por sus propios medios, así que, si no se presenta, hay otros que están afuera sin empleo y dispuestos a llegar donde sea”.

¿Qué podemos hacer en estos momentos? En el tiempo que estemos en medio de estas crisis, lo primero que debemos tener es calma. Tomarnos el tiempo para revisar qué tenemos en nuestra alacena, con qué alimentos contamos, tenemos frutas, verduras o legumbres sembradas en nuestro patio o finca, cuánto dinero tenemos. Los insto a no usar tarjetas de crédito, aunque se ponga muy difícil la cosa.
Nuestras decisiones deben hacerse con mucha cautela, no hacer compras arrastrados por lo que está haciendo el resto de la gente (salir a comprar un montón de papel higiénico, por ejemplo). Qué necesita para pasar los próximos 15 días y comprar estrictamente lo necesario. Buscar comer lo más sano posible, enfermarse y tener que parar en un centro médico a estas alturas es lo menos recomendado.
Aprovechar que estamos ahorrando en combustible o pago de transporte público, para destinarlo a los gastos en que hemos incrementado, por ejemplo, en productos de limpieza. Hoy más que nunca, nuestras finanzas deben tener un control milimétrico, un cierre diario y revisión de cada gasto que realicemos.
Existe la tentación de que como estamos todos en casa, mandemos a traer comida para evitar la fatiga, pero ¡cuidado! Este es un gasto hormiga que se nos puede estar disparando. Les recomiendo que, para evitar esa fatiga, se dividan adecuadamente las tareas de la casa. Que todos aportemos en la cocina, la limpieza, el orden y sobre todo las actividades de convivencia e integración del grupo familiar que mucha falta hacen en esta crisis.
Lecciones aprendidas hay “hasta para tirar para arriba”, como decimos en mi pueblo:
· en los contratos de alquiler debe haber cláusulas que ayuden a suavizar este tipo de situaciones, que permitan a ambas partes salir delante de la crisis, si el inquilino pierde el trabajo o le reducen su contrato, que haya opción de renegociar.
· en los contratos de trabajo, debe existir legislación que permita agilizar más la toma de decisiones para evitar la quiebra del negocio, sin prescindir de la fuerza laboral.
· contratos de seguros, con opciones para respaldarse, tanto individualmente como en el caso de las empresas, para que, ante estas pandemias, exista la opción de tomar un seguro que me permita tener ingresos durante el período acordado en la póliza.
· las empresas y por supuesto las personas, también deben tener dentro de su mapa de riesgos, la aparición de pandemias o situaciones similares que ponen en crisis a todos y a todo lo que nos rodea.
Esta crisis pasará, pero no debe pasar en vano.
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Bibliografía:
El País. (2020). El País. Recuperado el 29 de marzo de 2020, de La OMS declara el brote de coronavirus pandemia global: https://elpais.com/sociedad/2020-03-11/la-oms-declara-el-brote-de-coronavirus-pandemia-global.html
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